PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
miércoles, 03 enero 2007
La amenaza de cierre contra un canal con 50 años de historia
(Parte I)
Escogió la Navidad, justo en medio de las fiestas y el descanso espiritual de los venezolanos para ofrecer un discurso cargado de agresividad en el que anuncia la cancelación (“no renovación” es el eufemismo) de la concesión de RCTV.
Aunque usen la fraseología que quieran y busquen cualquier excusa, lo que hacen es el cierre de un medio de comunicación independiente, justamente no dependiente, del gobierno. Ahora, antes de entrar al fondo del tema, analicemos: ¿por qué anunciar un tema tan amargo y polémico justo en Navidad? ¿Por qué hacerlo vestido con uniforme militar en una instalación militar? ¿Por qué hacerlo con un discurso tan cargado de gestualidad agresiva, con tanta carga de violencia? ¿Por qué desenterrar la acusación de “golpista” contra RCTV? ¿Acaso ese canal no cumplió rigurosamente con las normas del CNE? ¿Acaso desconoció o trató de desconocer el resultado electoral? ¿Por qué agregó el anuncio de hacer “cadenas todos los días” durante 2007? ¿Qué sentido tiene toda esa violencia verbal y simbólica para un presidente que acaba de ganar las elecciones de su reelección con buena ventaja (bastante menos de la que aspiraba pero amplia al fin) y cuyo triunfo ha sido reconocido por el candidato y la unidad opositora, así como por la OEA en pleno y todos los países, incluyendo a quienes él hace una “guerra” verbal? Esas y otras preguntas relacionadas me las hago y le pido a los lectores se las hagan.
A los lectores que son chavistas militantes, donde sé que hay mucha gente que esperaba un clima más armonioso y constructivo. A los lectores que votaron por Chávez sin ser militantes y que se sorprenden del retorno -aparentemente sin razón- del ambiente de agresividad. A los lectores que no votaron por Chávez y en especial a los que votaron por el cambio con Rosales -militantes o no de partidos de oposición- y se oponen a su gobierno. Todos, unos y otros, tirios y troyanos, deben saber que son destinatarios de una “guerra sicológica”.
El fondo del asunto es, por supuesto, la clausura de un medio de comunicación independiente de tanto relieve. El problema más grave es el cerco gradual que a la libertad de expresión se le va haciendo. El mensaje para los medios es: “quien no sea sumiso, quien no se pliegue y se autocensure, será agredido y cerrado”. Aunque, especulando un poco, podríamos agregar: “por ahora”, es decir, que incluso a los que se autocensuren, les llegará su cierre, sólo que no “por ahora”.
Aún quedan algunos oficialistas que intentan justificar ese cerco a los medios con el argumento de que el gobierno estaría siendo acosado por una mayoría de televisoras. ¿Si? Veamos. El gobierno dispone de VTV (canal 8) que lo usa como medio propagandístico. Tiene Vive TV, el canal de la AN (ANTV), Telesur, Avila TV en la zona metropolitana de Caracas. ¡Y acaba de comprar el canal CMT! Y en el campo privado, Venevisión se autocensuró totalmente y es neutro con una línea informativa complaciente. Televen es más equilibrado pero es igualmente neutro. Meridiano es sólo de Deportes. Así que sólo RCTV y Globovisión tienen una línea informativa crítica frente al gobierno. Muchas televisoras regionales están ahogadas, otras resisten. Más el uso indiscriminado y arbitrario de “las cadenas” así como el atosigamiento de “espacios publicitarios” breves de propaganda gubernamental que obligatoriamente deben transmitir todos los medios a toda hora. El gobierno pasó de “acosado” mediáticamente a ser al “acosador” de la sociedad. Ya abruma.
¿Cuál es el propósito, entonces? ¿Ir ahogando poco a poco, toda expresión disidente y crítica? ¿Ir eliminando, poco a poco, todo espacio donde el pueblo que piensa diferente, el país opositor y el que quiere cambio, e incluso el simpatizante del oficialismo que decide reclamar, protestar o manifestar no tenga donde hacerse oír? No será una dictadura -me dirán algunos que advierten que aquí estoy escribiendo- pero cada vez aprieta más. Cada vez se reducen más los espacios de libertad de expresión aunque eso no se haga mediante un decreto de censura de prensa. Y pregunto: ¿a quien conviene eso? ¿Creen los dirigentes vecinales, sindicales, gremiales quienes votaron por Chávez, que un control cada vez mayor de lo que se difunde (o se silencia) en los medios les beneficiará?
Ya se ha hecho un lugar común, escuchar las quejas de dirigentes sociales oficialistas de Caracas y el centro acerca de la censura que les aplican en el canal 8 y en otros medios oficiales. Las comunidades que reclaman por agua o luz, que protestan las promesas incumplidas de burócratas gubernamentales, saben que sólo los medios de comunicación independientes les dan cabida y registran sus manifestaciones. ¿Cuáles serán sus “paños de lágrimas” si se concreta el control gubernamental sobre los medios? Incluso al ciudadano común: ¿se han fijado que el canal 8 y los medios del gobierno no informan, o lo hacen con hartas limitaciones, sobre sucesos, hechos de sangre, atracos, secuestros y en general acerca de la inseguridad que acogota a la ciudadanía? Eso es ocultar un asunto que afecta gravemente a los venezolanos.
TIPS... Las preguntas que hice en la primera parte de esta columna, quedan para la reflexión del lector. En la segunda parte de este trabajo, mañana, las abordaré...
El Presidente, en su discurso, enfatizó en que “no habrá nueva concesión para ese canal golpista de televisión que se llamó RCTV. Se acaba la concesión”. ¿Esa es o no una razón política?...
A los directivos de RCTV los llamó “representantes de la oligarquía” y los acusó de ser beneficiarios y apoyantes de los “adecos-copeyanos”. De nuevo sus “razones” para liquidar la concesión son políticas...
Como eso es una barbarie no admitida por la comunidad internacional, de inmediato salieron comunicados y declaraciones del vice Rangel y del ministro Lara “aclarando” que “no son razones políticas” sino “una decisión administrativa del Estado” las que motivan el cierre de RCTV... El doble juego, el doble discurso, la doble moral. Típico de los regímenes que quieren ejercer un poder totalitario pero que necesitan darse “un barniz” de legalidad... Hay, por cierto, como es usual en los discursos del Presidente una falsificación histórica.
La concesión a RCTV viene de mucho antes de los gobiernos democráticos, los “adeco-copeyanos”. Y como todos los venezolanos sabemos, RCTV y en especial Marcel Granier fue un crítico constante -y a veces excesivo- de aquellos gobiernos... ¿Por qué mentir? ¿Por qué pretender cambiar la historia? ¿Para borrar de la memoria colectiva los hechos verdaderos y amoldar esa memoria modificada a su propio interés?
"> depece@antv.net
jueves, enero 04, 2007
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