jueves, agosto 27, 2009

Ted Kennedy, el mejor amigo de los latinos

Por Pilar Marrero | 2009-08-27 | La Opinión


Ted Kennedy ha sido la figura política con mayores lazos e influencia en los condiciones de vida de la población de origen latinoamericano que haya existido en los Estados Unidos.

Si usted hoy tiene derecho a votar a los 18 años, y no a los 21, es gracias a Ted Kennedy. Si usted inmigró de un país latinoamericano o asiático desde 1965, es gracias a Ted Kennedy. Si su hija ha tenido acceso a la salud bajo el programa SCHIP también es gracias a Ted Kennedy.

El titán demócrata, el “león liberal”, no sólo tuvo que ver sino que lideró la lucha en muchas trincheras: el derecho de las minorías al voto, el acceso a la educación por parte de los discapacitados, la creciente diversidad en el poder judicial, el derecho a ausencia laboral por razones médicas, el aumento en el sueldo mínimo.

Desde las reformas históricas a las leyes de inmigración en 1965 y 1986, así como la ley de derechos civiles de 1965, pasando por la ley de refugiados de 1980, hasta la ley SCHIP que dió atención médica a los niños del país, todas llevan la firma de Ted Kennedy, senador demócrata por 47 años.

Con razón, muchos lo consideraban el mejor amigo de los latinos –y otras minorías- en esta nación y ayer lamentaban una pérdida dificil de compensar, aún con todos los representantes políticos latinos que existen hoy en día.

Kennedy fue clave en la eliminación del programa bracero en 1964 y uno de los principales impulsores de Ag Jobs, un proyecto de ley, aún pendiente, para legalizar a trabajadores del campo.

“Nunca hemos tenido, ni nunca tendremos, un defensor como Ted Kennedy, capaz no sólo de articular los asuntos importantes para nosotros, sino de lograr progresos concretos”, afirmó Antonia Hernández, quien trabajó como consejera legal del comité judicial del senado a finales de los años setenta, cuando Kennedy lo encabezaba.

Pero Kennedy no sólo es recordado como el senador más efectivo en la historia reciente de los Estados Unidos, sino como una persona comprometida, un servidor público sincero y un hombre accesible y humilde.

En resumen, una rareza en el mundo político de hoy.

Dolores Huerta, la legendaria co fundadora del Sindicato de Campesinos Unidos (UFW) recuerda que Ted Kennedy tomó la batuta que le pasaron sus hermanos John y Robert y acompañó y apoyó en todo momento la lucha que iniciaron ella y César Chavez.

“Él nos acompañó en la marcha entre Coachella y Caléxico en mayo de 1969. Por supuesto, nos quedábamos en el mismo hotel. Recuerdo un momento en el que el senador Kennedy le preguntó a César, ¿qué es lo que quieres que haga?”, afirma Huerta.

“Nunca te decía lo que tenías que hacer, nunca fue condescendiente, tenía un tremendo sentido del humor y era sumamente accesible”, afirma Huerta.

John Trasviña, actual sub secretario de Vivienda Accesible de HUD (Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano), trabajó hace años con el senador demócrata Paul Simon y tuvo ocasión de ver a Kennedy en acción y trabajar en equipo con él.

“Era gracioso, sociable, muy amable con el personal de las oficinas del senado”, comenta Trasviña, quien más de una vez fue invitado al escondite privado de Kennedy, una oficinita a la que pocos tenían acceso justo debajo de la sala del senado y que tenía decorada con motivos náuticos. Navegar era una de sus pasiones.

Hasta el último momento, Kennedy estuvo pensando en el futuro y en cómo mejorar las cosas en la nación. “Me llamó después de la toma de posesión para decirme que teníamos pendiente el tema de cómo avanzar los derechos civiles en este gobierno. Nunca logró recuperarse para ello”.

Periodistas que cubrieron el tema migratorio y otros asuntos relacionados a los derechos de las minorías, hablan con reverencia de Kennedy.

Maribel Hastings, quien trabajó durante dos décadas para La Opinión y fue corresponsal en Washington D.C durante 17 años, dice que “verlo en las audiencias era toda una cátedra, era como ir a la universidad…son discusiones de altura que ya no se ven muy a menudo”.

“Era un político genuino, no hacias las cosas para granjearse el voto de la gente. Tenía un compromiso de verdad. Y nunca se dejaba caer”, dice Hastings.

Otras generaciones de politicos ven a Kennedy como un modelo a seguir.

“El senador Kennedy siempre luchó por los más humildes y jamás pensó en los vientos políticos antes de manifestar su posición. De hecho, sus posturas creaban el impulso para muchas de las reformas que ha tenido nuestro país”, dijo Garcetti. “Nos llevó a ser un país más humano y compasivo”.

Parte del éxito de Kennedy fue ser capaz de negociar con políticos ideológicamente distintos a él para lograr soluciones. “Logró alianzas claves al actuar como nexo entre los demócratas y los republicanos”, indicó Emilio Viano, profesor de Justicia, Leyes y Sociedad de la Universidad Americana en Washington.

“Muchos temas se funden en este apellido: historia, carisma, tragedia, leyenda y claramente, hay aquí un cierre simbólico de una era llamada de Camelot. El fue el último de una de las verdaderas dinastías estadounidenses”, agregó Viano.

Para Arturo Rodríguez, presidente actual del Sindicato de Campesinos, hay otros Kennedys capaces de recoger la batuta y seguir adelante.

“La noche del martes, cuando murió el senador Kennedy, yo estaba con su hijo Patrick aquí en Santa Rosa, California, hablando con los trabajadores del vino. Patricio sabía que su papá estaba muy mal, pero decidió seguir con su compromiso de estar con nosotros”, dijo Rodríguez. “Yo siento que el legado Kennedy va a seguir avanzando”.


http://www.impre.com/laopinion/noticias/estados-unidos/2009/8/27/ted-kennedy-el-mejor-amigo-de--144221-1.html

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