jueves, febrero 07, 2008
Celebran hoy el Año Nuevo Chino: Corresponde a la rata
Es un animal astuto, que protege, nunca le faltan los bienes materiales; siempre está en permanente movimiento; lo asocian a la agresión, la riqueza, el carisma, el orden, la muerte, la guerra, lo oculto, la pestilencia y las atrocidades
El primer día se da la bienvenida a los dioses Nián, una bestia come hombres que vive en las montañas, según algunos, debajo del mar, de acuerdo con otros, se aparece cada 12 meses, al final de la temporada invernal, para buscar humanos. Se cree que a Nián no le gusta el rojo y le tiene miedo a los ruidos fuertes. De ahí que en la celebración del año nuevo chino se lancen cohetes, haya rojo por todos lados y se lleve a cabo la danza del león, acompañada del estruendo de tambores y gongs. Guò nián significa “celebrar el Año Nuevo”, y, literalmente, quiere decir “el paso del Nián”.
Hoy, 7 de febrero, se celebra el Año Nuevo chino, probablemente la festividad tradicional más importante en aquel país, y comienza el año de la rata, animal astuto, que protege, nunca le faltan los bienes materiales. Nunca deja de moverse. Está asociado a la agresión, la riqueza, el carisma, el orden, la muerte, la guerra, lo oculto, la pestilencia y las atrocidades.
El sistema chino de la astrología está basado en ciclos de 60 años, regidos por animales: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, el chango, el gallo, el perro, el carnero y el cerdo, y los cinco elementos básicos: metal, madera, fuego, agua y tierra. Este es el año de la rata y de la tierra.
Para los chinos, el año comienza con la primera Luna nueva del año solar. Los festejos culminan 15 días después, con la Luna llena. Ese día se celebra el Festival de los Faroles.
El Año Nuevo se celebra en familia, tradicionalmente con una ceremonia en honor al cielo, la tierra y los ancestros.
Se prepara una gran comida tradicional, que varía según la región, para la familia cercana, para los parientes, para los amigos, para los muertos.
Así, el primer día, se “da la bienvenida a los dioses de los cielos y la tierra”.
Se escriben palabras de buen augurio sobre papel rojo y se cuelgan de las puertas y paredes. Se regala dinero envuelto en papel rojo, que simboliza prosperidad.
Tradicionalmente, se llenaban palos de bambú con pólvora para crear explosiones.
Días antes del Año Nuevo, se limpia a conciencia la casa y se pintan de rojo las puertas.
En esta época se montan mercados al aire libre que venden productos relacionados con las festividades. Por ejemplo, se acostumbra la compra de un ciruelo.
Sin embargo, mucho ha cambiado: “Con cada vez más ingresos, un número creciente de chinos puede costear una cena en un restaurante, donde se dispone de un menú más elaborado y de personal para lavar los platos”, reporta la agencia oficial Xinhua.
Además, tradicionalmente, esta temporada es de una enorme migración, debido a que los chinos que viven lejos del hogar familiar tratan de regresar para celebrar en familia. Pero ahora, “más de 3 millones de empleados del sector de catering indicaron que sacrificarán sus vacaciones y trabajarán”, según la misma agencia.
El agreste clima también influyó en esta decisión: “Más obreros migrantes que laboran en el sector de servicios en las grandes ciudades permanecen en sus puestos de trabajo, debido que les es imposible regresar a su pueblo natal por las tormentas de nieve que paralizan el sistema de transporte del país”.
Y está el lado económico: una encuesta nacional “reveló que el creciente costo de las celebraciones del Festival de la Primavera (como se le llama a estas celebraciones) se ha convertido en una pesada carga económica para los inmigrantes rurales de ingresos limitados, que buscan ganarse la vida en las ciudades de China. Según la encuesta, 80 por ciento de estos empleados gastan la totalidad del salario mensual en el viaje del Año Nuevo Lunar y la compra de regalos a sus parientes”.
Fuegos artificiales para entretener a los ciudadanos
Otro cambio tiene que ver con los cohetes que asustan a Nián: “Algunas regiones los prohibieron, debido a que han terminado en un creciente número de incendios y esto ha puesto en jaque la capacidad de los departamentos de bomberos municipales”. Además, cada vez hay más reportes de accidentes usando los cohetes, que terminan en la pérdida de una parte del cuerpo o en ceguera. Así que en ciertas regiones las autoridades locales, como las de Hong Kong, optaron por organizar grandes exhibiciones de fuegos artificiales. Aunque ahora dicen que lo hacen para entretener a los ciudadanos y ya no mencionan a Nián.
La comunidad china radicada en distintos países también celebra esta festividad. En México, en el Centro Histórico, en la calle de Dolores.
(Con información de www.xinhuanet.com/english/, www.chinadaily.com.cn, http://spanish.china.org.cn y www.wikipedia.org)
www.jornada.unam.com.mx
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