domingo, marzo 07, 2010

Amarga despedida de Michelle Bachelet, que deja la presidencia el próximo jueves


Siete días después del seísmo, la cifra de cadáveres identificados se eleva a 452- El terremoto ha dejado al descubierto algunas carencias notables de Chile en construcción, tecnología y seguridad - La presidenta chilena visitó ayer junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, las zonas más afectadas

MARCELA VALENTE . COLPISA. BUENOS AIRES Domingo, 7 de marzo de 2010 - 04:00 h.


La coincidencia de un intenso terremoto seguido de un tsunami ha demolido en Chile las grandes expectativas de una transición en la jefatura del Estado que se preparaba como una fiesta. La presidenta, Michelle Bachelet, terminaba su mandato con una popularidad que ningún dirigente anterior había alcanzado en la historia democrática del país. Pero un último reto, el más grande y dramático, la ha sorprendido preparando las maletas.

«He estado muy consternada, muy dolida», admitió la presidenta con la voz quebrada tras sus primeras visitas a las zonas devastadas. «Chile no se merecía esto», lamentaba entre las ruinas que dejó el seísmo de 8,8 grados en la escala de Richter el sábado.

Toma de posesión austera

El cataclismo, que no se había repetido con esa intensidad desde 1960, llegó justo cuando a la popular Michelle le faltaban 12 días para entregar el cargo a su sucesor, el derechista Sebastián Piñera. El empresario multimillonario deberá conformarse el jueves con un acto de toma de posesión austero y con una gestión que inevitablemente se verá alterada en sus prioridades.

Durante la campaña que derivó en el triunfo de Piñera, la presidenta, con un apoyo de más del 80% en las encuestas, insistía con una advertencia que buscaba mantenerla al margen de la disputa electoral: «Trabajaré hasta el último día para Chile», repetía. Nunca creyó que aquel latiguillo se tornaría tan real. Bachelet, una médico que parece nacida para ponerse al frente de las emergencias, no tiene descanso desde hace una semana organizando la asistencia a los damnificados y visitando las áreas dañadas.

A pesar de que las réplicas no dan tregua, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, estuvo ayer en Chile y destacó el «liderazgo extraordinario» de la mandataria y su «gran compromiso» en la gestión de la catástrofe. El viernes fueron junto a Piñera a un programa especial de televisión -Chile ayuda a Chile- para recaudar 22 millones de euros con queconstruir 30.000 viviendas de emergencia.

"¡Fuerza chilenos!"

«¡Fuerza chilenos! Vamos a salir adelante!», alentó Michelle. «Chile es un país que conoce el sufrimiento, pero que sabe superar la adversidad», aseguró.

Como pasa siempre en la desgracia, que empuja a la superficie grandezas y miserias, el terremoto mostró que Chile, que ingresó en la OCDE de la mano de Bachelet, es también un país con notorias carencias. Las imprecisiones de la Armada para advertir del riesgo de maremoto marcaron un primer fallo. También se conocieron las deudas pendientes en la inversión de equipos y recursos humanos para el monitoreo de los seísmos.

No resistieron carreteras nuevas, puentes y viviendas populares construidas por el Gobierno, y las vacilaciones ideológicas en torno al despliegue de los militares para custodiar a los bienes y personas afectadas dieron ínfulas a delincuentes que asaltaron las calles armados y saquearon viviendas en ruinas.

Estas son apenas algunas de las miserias que afloraron entre las grietas que dejó el terremoto y que irán a la balanza cuando la historia juzgue el paso de Bachelet por La Moneda, incluyendo este epílogo que le esperaba a la vuelta de la esquina para amargarle la fiesta.


http://www.diariodenavarra.es/20100307/internacional/amarga-despedida-michelle-bachelet-deja-presidencia-proximo-jueves.html?not=2010030701575924&idnot=2010030701575924&dia=20100307&seccion=internacional&seccion2=internacional&chnl=30&ph=12

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