Marcha por la reforma

Primero fue Washington, hoy es Los Ángeles. Nos unimos a las miles de voces que en esta fecha marchan pidiendo una reforma de inmigración integral para este año. La falta de una política migratoria justa y a tono con los tiempos está perjudicando a nuestro país.

Una ley de inmigración adecuada debe conducir a la regularización de millones de trabajadores que hoy están en las sombras. Su incorporación legal a la fuerza laboral ayudará a la estabilización de la economía y contribuirá a la seguridad nacional. Además, es un reconocimiento al aporte que con esfuerzo e impuestos han hecho estos inmigrantes.

Esta es una buena causa para marchar. Una reforma integral va más allá de la legalización de indocumentados, tal como lo demuestran los proyectos de ley y propuestas que esperan en el Congreso.

En un editorial reciente mencionamos que hay una ventana de oportunidad para llevar este año la reforma migratoria a debate legislativo. Ese espacio amenaza con cerrarse. Un muestra de ello es el comentario del senador Lindsey Graham —socio republicano del proyecto bipartidista en la Cámara Alta— de que no habrá reforma migratoria este año.

El respaldo de Graham es clave para atraer más apoyo republicano para el proyecto. El senador ha mostrado integridad de principios al reconocer con justicia el valor de la reforma integral de inmigración para todos los estadounidenses. Sin embargo, su declaración reciente no ayuda.

La movilización de hoy está orientada a poner presión sobre demócratas y republicanos. La victoria en la reforma de salud, salvando las distancias, es un indicio de lo que se puede lograr.

La marcha por la reforma de inmigración integral de hoy es un acto válido de libre expresión democrática por una ley justa que beneficiará a toda la sociedad estadounidense.


http://www.impre.com/laopinion/opinion/editorial/2010/3/27/marcha-por-la-reforma-180099-1.html