sábado, julio 09, 2011

Hasta siempre, Facundo

Editorial09 de Julio de 2011 - 09:15 pm


Gran consternación ha generado en todos los rincones del mundo la sensible muerte del admirado cantautor argentino Facundo Cabral.

Precisamente la desaparición de este artista universal, en las tierras guatemaltecas de la Nobel de Paz Rigoberta Menchú, ha producido un estupor y un rechazo generalizado debido a los acontecimientos que rodearon este ingrato acontecimiento, siendo lo peor de esta noticia la atroz forma en que se marcha del mundo de los vivos el reconocido artista platense.

Como pocos seres humanos, Cabral tuvo una vida de luchas y tribulaciones, ante las cuales siempre salió adelante. No pronunció palabra hasta los nueve años de edad, y solo a los 14 dejó de ser analfabeta, una consecuencia de su origen humilde, al cuidado de una madre que se desveló por criarlo en condiciones dignas y a quien después él recompensaría a través de los triunfos que obtendría gracias a sus dones artísticos prodigiosos.

De Facundo se esperaba un destino como el que normalmente tienen los seres humanos cuando sobrepasan los 70 años, después de haber sorteado tantas y tantas luchas y batallas, en que lo más que suele suceder es que finalicen sus días por factores naturales de la longevidad o por padecer alguna insensible enfermedad o debido a un inesperado o accidental suceso en el que resulte golpeado o atacado en su integridad corporal.

Lo que menos se presagiaba en este juglar de los siglos XX y XXI era que su final se diera en medio de esta sangrienta circunstancia de morir a razón de un homicidio premeditado en el que las autoridades sospechan como posibles objetivos principales el de aprovecharse de algunas de sus posesiones materiales o el de valerse de un don inmaterial que él poseía tal cual es la fama o el prestigio por él alcanzado en su largo y destacado historial artístico.

Esta última hipótesis toma fuerza ante la probabilidad de que lo hayan escogido, como personalidad mundial que era, para producir este hecho de impacto mundial antes de las elecciones del 2012 en Guatemala. Se ha mencionado igualmente la posibilidad de que se haya tratado de un atentado contra el empresario que lo llevó a Guatemala, Henry Fariñas.

De cualquier manera, tenga o no validez esa hipótesis, lo cierto es que la violencia desaforada es un problema integral de América Latina, que en territorio ancestral de los mayas, el centro del continente, tiene características especiales, todas las cuales coinciden con un combustible de poderoso octanaje: el narcotráfico, que se fundamenta en las diferencias sociales, la corrupción administrativa y política, y —sobre todo— los descomunales consumos que se originan en el poderoso país del norte, Estados Unidos.

Sea cual sea la razón para matar a Facundo, el procedimiento empleado denota características solo atribuibles a las mafias, como el alcance de las armas y la osadía.

El mismo Presidente guatemalteco lo confirmó cuando dijo ayer mismo, tras conocerse la lamentable noticia:

“Esto es un hecho lamentable, primero para la familia de Facundo Cabral, para el pueblo guatemalteco y todo el mundo que admiraba y quería a Facundo Cabral. Estamos en lucha permanente contra estos vándalos. Un operativo como el que se hace contra esta caravana es gente involucrada en el crimen organizado, no son sicarios de la calle, es un operativo bien montado”.

Resulta contradictorio que precisamente este prolífico autor de penetrantes canciones de contenido social, que no era ni de aquí ni de allá, que le cantaba tanto a la paz como a la solidaridad social, haya fallecido en manos de gente violenta y desequilibrada, a quienes quizá nunca alguien les enseñó a escuchar el mensaje de sus poemas, magistralmente elevados por Facundo al pentagrama para la posteridad.

Solo sus frases, algunas pronunciadas en su prodigiosa oralidad, otras como versos de sus bellas canciones, revelan con claridad su talante sabio y pacifista:

“Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y con un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos”, dijo alguna vez el cantautor argentino.

Coincidencialmente, su última estadía en nuestro Caribe colombiano, en noviembre del año anterior, fue un fiel cumplimiento a la que fue anunciada como la gira mundial de despedida del artista argentino, quien nos visitó después de sortear con éxito una delicada intervención quirúrgica.

Paz en la tumba de quien trasmitió al mundo entero tantos y hermosos mensajes al amor, a la paz y a la vida.

Ojalá su muerte, que él en una de sus canciones invita a celebrar, no sea un hecho de violencia más, sino que sirva de inspiración a los líderes del planeta para buscar decisiones efectivas e impostergables que nos arranquen de las manos de los violentos.

Sabias reflexiones, como las de Facundo, son las que al mundo ahora le urgen.


http://www.elheraldo.co/editorial/hasta-siempre-facundo-28792

No hay comentarios.: