lunes, junio 14, 2010

El debut de la selección de Holanda tuvo una alta dosis de seriedad

El 2-0 de los holandeses sobre Dinamarca fue producto de factores importantes como la tenencia de pelota, volumen de juego y de generación de oportunidades de peligro.


Si el debut de Alemania con Australia fue una piñata de su 'kindergarden' (4-0), el de Holanda resultó un coctel de adultos, por así decirlo.

Fue un triunfo serio y adulto sobre Dinamarca 2-0 en el estadio Soccer City. Una victoria producto de su superioridad en intención, trámite, generación de oportunidades de peligro, tenencia de pelota y volumen de juego.

Pero, ojo, eso no significa que apurarse el trago del éxito en este primer brindis le haya resultado fácil. El primer tiempo terminó en blanco porque los daneses cercaron su área hasta con nueve hombres y amenazaron con peligrosos contragolpes a cuentagotas.

Holanda, en esos primeros 45 minutos, tuvo la pelota, pero no la llave para abrir las puertas de la muralla que le pusieron al frente. A pesar de algunas buenas combinaciones lideradas por Van der Vaar, acompañado de Kuyt y De Jong, pero mal finalizadas por Van Persie. Y Sneijder encajaba poco: era un esmoquin en la playa.

Se planteaba de nuevo ese dilema del fútbol: ¿tener la pelota, para qué? Es como pensar en ¿el poder, para qué? ¡Pues para poder... ganar! Y los de naranja y negro no sacaban ventaja de su 60 por ciento de posesión de balón. Parecía que la falta, por lesión de su estelar Arjen Robben, pesaba mucho.

Pero resultó que el portón de la muralla se abría por dentro: apenas echado a andar el reloj en el segundo tiempo, tras un pase largísimo (como de 40 metros) para Van Pierse y la salida apresurada del portero Sorensen, Dinamarca anotó el primer autogol del Mundial: el centro de Van Pierse fue despejado apresurada e innecesariamente por la cabeza por Puolsen y rebotó en la espalda de Agger para meterse en su arco.

Sin embargo, el 1-0 no le aportaba más claridad a Holanda frente a una Dinamarca que no se reponía (ni se repuso al final) del schock.

Holanda vino a ser más clara, más punzante y más convincente desde el minuto 22, con el ingreso de Elia por Van de Vaart: aportó la velocidad y la picardía. Sneijder vino a entender eso que, desde entonces, mandó a la porra el corbatín del esmoquin y se puso los guayos.

Fue cuando empezaron a llegar, en bandeja, los tragos holandeses de su coctel de triunfo: tiro de van Bommel que paró el portero (28 ST), cabezazo de Van Pierse para el "¡ahhh!" de la tribuna (29 ST), cruce que Afellay no pesca (34 ST), bombazo en el palo de Sneijder (37 ST)... A los 39 minutos, otra vez Sneijder (que con espacio brilló) filtró un balón de seda para Elia, que remató suave.

La pelota rebotó en el vertical y Kyut, hizo lo fácil: empujarla para el 2-0, para el triunfo serio y adulto (sin festones, serpentinas ni bombas) de Holanda en su debut en el Mundial.

GABRIEL MELUK
gabmel@eltiempo.com.co
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO
JOHANNESBURGO



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